El lenguaje musical (2)
La música es una experiencia personal, y el significado de
esa experiencia puede ser diferente para cada persona. Pero, al mismo tiempo,
la música es un lenguaje que sigue sus propias leyes y que, como tal, puede
estudiarse de una manera sistemática y objetiva.
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Existen cuatro tipos de oído: físico o externo, psíquico o
interno, absoluto o de reconocimiento y relativo o de reconocimiento parcial.
El oído humano no puede percibir los sonidos inferiores a
las 20 vibraciones por segundo, llamados infrasonidos, ni superiores a las
20.000 vbcs/sg, o ultrasonidos. El sonido viaja a través del aire a 334 metros
por segundo. Pero lo hace mucho más deprisa a través del agua: 1.200 m/sg, o de
vidrio: 5.000 m/sg. Los infrasonidos son peligrosos: pueden hacer estallar el
vidrio o incluso derrumbar paredes. Algunos animales, como el murciélago,
tienen un oído asombroso: oyen sonidos de hasta 120.000 vbcs/sg. Otros como el
perro oyen hasta 50.000 vbcs/sg, lo que permite construir silbatos ultrasónicos
muy útiles en el caso de los perros adiestrados para ciegos, que pueden
llamarlos con estos silbatos cuantas veces quieran, sin molestar a las personas
que conviven con ellos.
En épocas primitivas, el hombre utilizó el sonido como un
sustituto del lenguaje: adónde no llegan las palabras puede llegar el sonido de
un instrumento de percusión y, utilizando el sonido como un código cuyo
significado se conoce, puede comunicarse con una tribu vecina.
Pero ese mismo hombre primitivo se dio cuenta también de que
el sonido susurrado al oído de un niño provocaba la calma e invitaba al sueño,
mientras que una figura rítmica insistentemente repetida estimulaba a la lucha.
De todas estas comprobaciones acumuladas en la mente humana
durante siglos ha ido surgiendo el hallazgo de la posibilidad de utilizar el
sonido con intención de influir en el ánimo o en la voluntad de quien escucha.
A través de un proceso muy largo y complejo, el sonido se ha convertido en
arte, en el arte de la música.
Se entiende por sonido la sensación auditiva que producen
las vibraciones causadas por cuerpos elásticos. Estas vibraciones se transmiten
a manera de ondas concéntricas que si son de periodicidad regular, producirán
propiamente el sonido; si las ondas son de periodicidad irregular, el resultado
es el ruido.
En el sonido se pueden distinguir, entre otras cualidades:
·
La intensidad. Es la fuerza con que se producen
las vibraciones acústicas, lo que se llama normalmente el volumen del sonido.
Según esta cualidad, los sonidos son débiles (pianos), medios, fuertes o muy
fuertes (fortísimos).
·
La altura o tono. Viene determinada por el
número de vibraciones por segundo. Si las vibraciones por segundo son pocas, el
sonido será grave, y si el número de vibraciones por segundo es muy elevado, el
sonido será agudo.
·
El timbre. Es la peculiaridad de cada voz o
instrumento, la cualidad que permite saber que lo que suena es una trompeta y
no un violín, aunque no se vea el instrumento.
·
La duración. Es el tiempo que un sonido
permanece reconocible por el oído humano. Para representar la duración de los
sonidos musicales se usa como unidad de medida el pulso, una sensación rítmica
regular que se produce al escuchar o hacer música. El pulso puede ser más
rápido o más lento dependiendo de la música.
Fragmentos tomados de La Enciclopedia
del Estudiante, Santillana
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