sábado, 8 de octubre de 2011

Los sonidos de la Tierra


¿Cómo hacer comprender a un habitante de un planeta lejano lo que son y cómo viven los seres humanos en la Tierra? Esta fue la pregunta que se planteó a un comité de expertos en 1977, cuando las naves espaciales de EUA Voyager 1 y 2 iban a ser lanzadas en un viaje al espacio con un saludo para cualquier forma de vida inteligente con que se toparan. Para sorpresa de muchos, los expertos coincidieron en que uno de los mejores modos de comunicarse con extraterrestres sería no con palabras o imágenes, sino con música. Dedicaron los 87 minutos del videodisco de los Voyager a una selección de los “grandes éxitos musicales de la Tierra”
¿Por qué la música? En primer lugar, porque se estructura —desde un blue de ocho compases hasta una compleja fuga de Bach— se basa en números, y la armonía es de fácil análisis matemático. Las matemáticas son el lenguaje más universal, por lo que era más probable que los extraterrestres comprendieran la estructura matemática de nuestra música más que cualquier otra cosa sobre nosotros. Además, expresa los sentimientos humanos mejor que otros medios y podría representar la variedad de culturas. No ha habido sociedades sin su música típica para expresar tristeza y dolor, alegría y tranquilidad.
Al seleccionar la música que representaría a la humanidad en el universo, la clave fue la variedad. Se eligieron canciones aborígenes de Australia, el Night Chant de los navajos y una canción de boda peruana; música de gamelán de Java, de zampoñas de las islas Salomón y de Perú, una raga de la India y música ch’in de China; piezas para gaitas de Azerbaiyán, flautas de Bambú de Japón y percusiones del Senegal.
También se incluyeron canciones de Georgia, Zaire, México, Nueva Guinea y Bulgaria; el blues Dark Was the Night con Blind Willie Jonson, Melancholy Blues con el trompetista de Jazz Louis Armstrong y Johnny B. Goode con el cantante de rock Check Berry. De la tradición culta occidental se seleccionó música para flauta renacentista, tres obras de Bach y dos de Beethoven, un aria de La flauta mágica de Mozart y La consagración de la primavera de Stravinsky.
¿Son éstos los éxitos musicales de la Tierra? Al menos son hoy los que más podrían persistir. El videodisco, de cobre con chapa de oro, fue fabricado para que dure 1.000 millones de años.

¿Sabía usted qué...? Reader’s Digest, 1990

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